Saltear al contenido principal
Limpieza De Oxido Con Cepillos

Limpieza de óxidos

Los cepillos para óxido son las mejores herramientas para eliminar estas manchas de cualquier superficie metálica. En el mercado existen varios modelos, por lo que resulta conveniente elegir el más adecuado en función del trabajo que se vaya a realizar. Igualmente, para conseguir un acabado óptimo, es importante valorar varios aspectos que son determinantes.

Cómo limpiar el óxido con cepillos

En primer lugar, hay que saber que el óxido es un compuesto químico que se produce por la combinación de oxígeno con un metal o metaloide. Como resultado, aparece una capa de tono amarillento que estropea y desluce la superficie en la que se forma. Para quitar el óxido y que vuelva a relucir como antes, hay una serie de trucos que pueden resultar muy efectivos.

Hay quienes son partidarios de emplear remedios caseros, como, por ejemplo, frotar con bicarbonato, vinagre o limón y sal, bórax, ácido cítrico o fregasuelos. También es posible obtener buenos resultados utilizando productos específicos, si bien es fundamental leer bien las etiquetas y asegurarse de que no son abrasivos. De lo contrario, el efecto podría ser contraproducente.

En cualquier caso, nada más eficiente que usar los cepillos técnicos adecuados para cada situación particular. Todo dependerá del tipo de superficie a limpiar y del grado de oxidación que presente. Así, en piezas metálicas robustas y muy oxidadas, lo aconsejable es decantarse por cepillos más agresivos, con alambre grueso y trenzado, en lugar de ondulado.

Por el contrario, para áreas más delicadas o irregulares que requieren un acabado más fino, lo mejor será emplear cepillos circulares con alambres ondulados. Estos, además, presentan una mayor capacidad de arranque, aunque ejercen menos presión sobre la zona a cepillar.

Aspectos que se deben tener en cuenta

No siempre todos los cepillos para óxido son útiles. Por ejemplo, si se van a cepillar superficies de acero inoxidable, habrá que usar cepillos técnicos con alambre de dicho material para no contaminar el material. Y si existe peligro de incendio porque se pueden producir chispas durante el cepillado de la zona, lo recomendable es utilizar cepillos de latón.

La elección del modelo va a depender del acabado que se desee obtener. Los cepillos metálicos no producen abrasión, pues arrancan el óxido sin quemar ni dañar la superficie. Además, si se va a emplear un cepillo accionado por una máquina, habrá que fijarse en el diámetro máximo permitido, las características del eje y la velocidad de giro.

Otro aspecto a valorar es el saliente de púa: si es largo, se conseguirá un efecto uniforme, pero, si es corto, la capacidad de arranque será menor. Asimismo, a mayor grosor del alambre, más basto será el cepillado y mayor la capacidad de arranque. Por eso hay que acertar a la hora de elegir el material con el que estén fabricadas las púas.

En definitiva, los cepillos para óxido son la mejor opción para eliminar esta suciedad de cualquier superficie, pero es crucial escoger el modelo más adecuado. En Cepillo Técnico podemos asesorarte, ¡contacta con nosotros cuanto antes!

Volver arriba